La empresa familiar basada en la tierra representa muchas cosas para un miembro de la familia que ha heredado o heredará parte de la granja, el rancho, el viñedo, el bosque, la lechería o la plantación:
- El terreno es el hogar, la casa de los padres o abuelos, o un recinto donde viven varios parientes, tal vez incluso con un cementerio familiar
- Las personas contratadas, los empleados de larga duración y sus familias, y el veterinario son extensiones de la familia
- Es el lugar de las cosechas, de la pesca, del senderismo, de la siembra, de la poda, de las catástrofes soportadas y sobrevividas, de las vacaciones, de los bellos atardeceres, de los veranos con los primos, de los paseos a caballo, de la escarda, de la reparación de vallas, de la caza, del rodeo, de la venta de ganado y de muchas reuniones familiares
Es más que un negocio; es el sentido de lugar de una familia en este mundo: los lazos físicos con la tierra crean una conexión más profunda con la identidad de la familia que muchos otros tipos de empresas. La familia está unida como tal a través del negocio que se sustenta en la tierra, y luego por el compromiso de mantener esta tierra y cuidarla. Quizás tanto como cualquier otra empresa familiar, una empresa familiar basada en la tierra engendra en sus propietarios una identidad apasionada de ser un administrador.
Por lo tanto, el apego emocional a estas empresas entre las familias con miembros remotos es muy fuerte, lo que puede ser algo bueno para la conectividad, pero también representa un gran potencial de conflicto. Entre los tipos de conflictos que solemos ver en los negocios basados en la tierra se encuentran los siguientes:
- Los miembros de la familia que no operan pueden resentirse con los que tienen casas en el terreno, que tienen mayor acceso a él y a todas las comodidades asociadas, alojamiento gratuito, asistencia de los empleados en el mantenimiento, acceso a los vehículos y al combustible, uso de los equipos, las oportunidades de recreación que ofrecen los terrenos y el reconocimiento como familia propietaria, aunque haya muchos accionistas remotos que no operan.
- Desde la perspectiva de los que viven en la empresa familiar, son ellos los que tienen la carga de ser siempre los anfitriones durante las reuniones familiares, con la expectativa asumida por los que viven fuera de la empresa de ser el centro de atención durante su visita.
- Incluso entre los que operan el negocio, hay conflictos cuando algunos viven en el local y otros no. El número de horas y el nivel de compromiso que se pone al trabajar en el negocio, además de estar de guardia o ser siempre el primero en responder a un problema, se percibe como una contribución mucho mayor que la de aquellos que viven fuera del local y se desplazan todos los días.
- Las conexiones emocionales con la tierra pueden parecer a veces irracionales para aquellos miembros de la familia que miran el negocio principalmente a través de una lente comercial. La tierra, más que un negocio, representa la esencia central de la identidad individual de quienes pasan su carrera trabajando en una empresa familiar basada en la tierra. El hecho de que muchos propietarios de negocios basados en la tierra se consideren ante todo agricultores entra a veces en conflicto con cualquier negocio adicional que pueda haberse desarrollado a partir del negocio principal original. Por ejemplo, un viñedo es un negocio agrícola directo, una granja. Sin embargo, una familia que cultiva uvas y produce un vino de éxito, probablemente pase de ser una empresa estrictamente agrícola a ser una empresa vinícola, lo que implica también la creación de una marca, la distribución y la venta. Aunque el negocio agrícola fundamental sigue siendo el negocio principal, el cambio a un negocio de elaboración de vino puede dejar al "agricultor" original fuera del círculo de poder, con pocos conocimientos o experiencia para gestionar eficazmente. Este fenómeno pone en tela de juicio no sólo las expectativas de sucesión del liderazgo familiar, sino la identidad central de la familia: "¿Somos principalmente una familia de agricultores o una familia de viticultores y comercializadores?"
- La transición generacional de las empresas familiares basadas en la tierra puede ser especialmente difícil, ya que el capital suele estar inmovilizado en los activos duros de la propia tierra y sólo se convierte en líquido tras la venta de este activo. Sin una cuidadosa preparación, disciplina y planificación, la carga financiera que recae sobre la siguiente generación para pagar los impuestos, financiar la seguridad de la generación que se retira y seguir operando, a menudo va en contra de la esperanza de mantener el negocio en manos de la familia.
- Además, el escaso rendimiento de las operaciones en comparación con el valor de mercado de la tierra puede ser una fuente importante de estrés dentro del grupo de propietarios. Los propietarios que no viven ni trabajan en la tierra pueden pensar que la única forma de rentabilizar su inversión y cumplir con los compromisos de la transición sería vender una parte o la totalidad de la tierra. Los propietarios que operan encuentran esta perspectiva muy amenazante, no sólo por la disminución del acceso a los activos de explotación y al capital que representa una venta parcial, sino porque su identidad, su hogar y su modo de vida pueden estar en peligro.
Mientras que muchas empresas basadas en la tierra no pueden pagar dividendos significativos, muchas tienen la capacidad única de proporcionar dividendos psicológicos, por ejemplo, la oportunidad de participar (o simplemente estar a mano) durante la cosecha, el acceso a la tierra con fines recreativos o de retiro, residencias especiales o albergues para visitantes familiares, equipos a mano que van más allá de las necesidades del negocio (diversión), y oportunidades para participar en proyectos ecológicos. Los negocios basados en la tierra ofrecen una oportunidad especial para que todos los propietarios participen como administradores y permanezcan muy vinculados al negocio. Una cena festiva a la que asiste la familia ampliada en una tierra que ha pertenecido a la familia durante generaciones puede generar un compromiso que otras empresas comerciales difícilmente podrían igualar.
Incluso con la ventaja que tienen las empresas familiares basadas en la tierra de proporcionar beneficios psicológicos a los accionistas, las empresas son tan susceptibles de fracasar debido a un conflicto no gestionado como sus homólogas en otras industrias. Como hemos sugerido, las fuentes de conflicto en las empresas familiares pueden ser un tanto singulares, pero la necesidad de invertir en la prevención de conflictos destructivos y en la resolución de los que surgen es la misma que en todas las empresas familiares. Los consejos que aparecen con frecuencia en los números de The Family Business Advisor®sobre el mantenimiento de líneas de comunicación abiertas se aplicarían tanto a las empresas con base en la tierra como a las de otros sectores.
Además, a los lectores les interesará saber que hay algunos recursos disponibles dirigidos específicamente a las necesidades de las empresas con base en la tierra. Uno de los que conocemos es la Escala de Herencia, desarrollada por Mark Green para el Proyecto Ties to the Land de la Universidad Estatal de Oregón, que ayuda a los miembros de la familia a mantener conversaciones francas entre ellos sobre la naturaleza de su apego emocional a un terreno determinado.