Su familia y su empresa tienen objetivos diferentes. Planifique para ambos.
Las familias son personas y las empresas son dinero, por lo que las tensiones entre ambas son inevitables. Nuestro enfoque único de la estrategia es la planificación paralela: planificar conjuntamente la empresa y la familia, centrándonos en comprender cómo los cambios en una afectan a la otra.Este enfoque pone en marcha el debate sobre el potencial de la empresa y sobre dónde debe invertir la familia su capital, humano y financiero, para alcanzar sus objetivos.
Planificación y dirección estratégica
Una visión compartida del futuro de la empresa y de la familia.
Comenzamos evaluando las estrategias existentes para comprender el estado de las cosas e identificar las oportunidades potenciales. A continuación, ayudamos a crear procesos de planificación estratégica que reúnen la visión y los valores de la familia con ideas que preparan al equipo de gestión para tener éxito, ahora y para las generaciones futuras.
Nuestros consultores ayudan a eliminar los obstáculos que se interponen en el camino de los planes, tanto simples como sofisticados. Poner sobre la mesa preguntas sencillas pero contundentes ayuda a todos los implicados a perfeccionar su visión estratégica, identificar los puntos ciegos, planificar las necesidades futuras y avanzar hacia la implantación.
Fijación de objetivos estratégicos
La claridad de los objetivos permite a la dirección tener éxito.
En las empresas familiares, la dirección suele responder a muchos señores de la familia. Los objetivos contrapuestos de los propietarios provocan atascos que dificultan la adopción de medidas adecuadas. Un grupo de propietarios que habla con una sola voz a la hora de fijar los objetivos libera a la dirección para elegir y ejecutar estrategias que los cumplan o los superen.
¿A qué velocidad debe crecer la empresa? ¿Qué tamaño puede alcanzar? ¿Qué riesgos están dispuestos a asumir los propietarios? ¿Cómo se utilizarán los beneficios? La alineación en torno a los objetivos de crecimiento, riesgo, rentabilidad y liquidez da a los propietarios una voz significativa en la dirección de la empresa sin frenar el progreso.