Los valores que las familias aportan a las empresas que poseen es un tema frecuente en The Family Business Advisor. Creemos que los valores y la cultura de la familia, inculcados en la empresa por ejecutivos impregnados de su ética familiar, pueden ser una enorme ventaja competitiva. Y los propietarios de la familia, aunque no estén empleados en la empresa, pueden estar más entusiasmados y comprometidos con el activo vivo de su familia si lo ven como representativo de sus apreciados valores y guiado por ellos. El cuidado y el compromiso de los propietarios son una de las grandes ventajas competitivas de las empresas familiares.

Thomas A. Stewart escribió en Fortune (8 de julio de 1996) sobre Los valores de la empresa que añaden valor y expone algunos puntos sobre los que vale la pena reflexionar en el contexto de la empresa familiar. Los puntos de Stewart (entre comillas) van seguidos de nuestro comentario.

Los seres humanos quieren jurar lealtad a algo. El deseo de pertenencia es un valor fundamental que subyace a todos los demás. Las empresas familiares, especialmente para los miembros de la familia, pero también para otros, pueden ofrecer una gran oportunidad para satisfacer los deseos humanos de pertenencia y compromiso, y pueden producir miembros del equipo tenazmente motivados.

El verdadero lugar de aprendizaje, en las empresas y en la vida, es una comunidad de práctica, un grupo informal de personas que comparten un interés por un tema. Al solapar los límites de las comunidades corporativas, familiares, financieras, profesionales y de otro tipo, las empresas familiares pueden estimular un aprendizaje más profundo, centrado, aplicado y significativo y su puesta en práctica. Una vez más, la construcción y el intercambio de conocimientos a través de una comunidad de práctica definida en parte por la propia empresa familiar puede proporcionar una poderosa ventaja competitiva.

Cuelgas tu sombrero en Citicorp, McKinsey o Whirlpool. ¿Pero dónde está tu corazón? Stewart sugiere que, hoy en día, la lealtad más profunda es hacia la propia profesión, no hacia la empresa. En las empresas familiares, es más probable que los sombreros y los corazones de los empleados y los propietarios estén en el mismo lugar.

Laúnica manera de liderar una organización plana y empoderada es a través de los valores. Es bastante cierto en los negocios, pero aún más en las familias de segunda, tercera o cuarta generación que poseen empresas. Con poca jerarquía (los hermanos o primos son iguales) y gran empoderamiento, los valores comunes como base de la visión compartida son cruciales para el liderazgo de la familia.

Los valores deben ayudarme a tomar decisiones cada día, esté donde esté. A medida que una familia empresaria crece y se extiende, sus miembros se dispersan tanto geográfica como filosóficamente. Mantenerlos en la misma línea requiere no sólo que se comunique una buena información en el momento oportuno, sino también que se perciba y evalúe desde una perspectiva coherente que sólo permiten los valores compartidos.

Las reflexiones de Stewart estaban dirigidas a las empresas en general, pero tienen especial aplicación e importancia para las empresas familiares.