Aunque la mayoría sostiene que la dirección dirige la estrategia, investigaciones recientes demuestran que en realidad son los directores los que la dirigen. Lo hacen, muy inconscientemente, por los prejuicios que aportan a la selección de directores generales y a la evaluación de la estrategia.

Las ciencias sociales sugieren que todos tenemos dos prejuicios fundamentales: (1) nos sentimos atraídos por personas como nosotros mismos y (2) nos basamos en nuestra experiencia pasada de éxito para emitir juicios, sobre todo en situaciones difíciles de entender. Cuando estos sesgos van mal, los directores culpan al CEO. Suelen buscar un nuevo director general que piense como ellos en materia de estrategia. Apoyan las propuestas de estrategia que más se parecen a su propia experiencia. En resumen, eligen a las personas y apoyan la estrategia que les resulta cómoda personalmente, en lugar de explorar con objetividad y frescura todas las alternativas posibles que podrían ser apropiadas para la distinta naturaleza de la empresa específica a la que sirven como directores externos.

Obviamente, cuando hay varios consejeros externos en el consejo, los que llevan más tiempo y tienen mayor éxito estratégico son los más contundentes e influyentes. Las consecuencias son claras. Los propietarios de empresas familiares deben conocer las estrategias de las empresas de sus directores. De este modo, se pueden anticipar las preferencias estratégicas de los directores. También es importante gestionar las reuniones del consejo para que todos los directores puedan abrirse a nuevas posibilidades y alternativas incómodas, tanto en la selección de la estrategia como en la evaluación de los directores generales.

Aumentar la objetividad de la Junta Directiva

He aquí algunas ideas que pueden aumentar la objetividad de sus directores y su capacidad para explorar diferentes posibilidades:

  • Pide a los directores que sean abogados del diablo de tus ideas o de las suyas propias.
  • Exponga sus propios prejuicios cuando presente ideas.
  • Pregunte a los directores sobre las similitudes y diferencias de la situación considerada con su propia experiencia.
  • Pregunte a los ponentes por las circunstancias en las que sus recomendaciones no funcionarían.
  • Traiga a expertos u otros directores que hayan tenido éxito con estrategias muy diferentes.
  • Seleccione directores que hayan tenido una diversidad de fórmulas de éxito estratégico.
  • Celebremos a los que tienen el valor de cambiar de opinión.
  • Apoyar a los directores que proponen múltiples ideas en lugar de una sola conclusión.

Gestionar un debate en el consejo de administración es un acto de equilibrio difícil. Se trata de sacar a relucir las convicciones de los directores basadas en su experiencia exitosa. También quieres que imaginen y acepten todas las nuevas alternativas. Para nosotros, esa es la diferencia entre un consejo inteligente y un consejo sabio.

Preguntas sobre gobernanza para su Junta Directiva

Muy a menudo, nos encontramos con consejos de administración de empresas familiares que se sienten mal utilizados e infrautilizados. Las circunstancias son comunes. El consejo se acostumbra a las presentaciones de la dirección y a las preguntas y respuestas entre los consejeros y el equipo directivo. Con el paso de los años, los debates evolucionan cada vez más hacia asuntos de menor importancia que no aprovechan la competencia de los consejeros. Casi inevitablemente, la empresa pasa por un mal momento, con problemas de rendimiento o de liderazgo. Los directores se preocupan por no haber sido lo suficientemente proactivos, por no haber debatido temas estratégicos más amplios, por no haber cuestionado supuestos básicos. Todo el mundo se siente mal, y el caballo puede estar a medio camino del establo. Para evitar este patrón clásico, considere un par de pasos muy sencillos, pero poco frecuentes.

  1. Haga que los directores independientes se reúnan regularmente a solas. Pregúntales cómo les gustaría utilizar el tiempo de las reuniones del consejo.
  2. Cree un tiempo de junta para la discusión pura y dura sin la presencia de la dirección. Sólo hay que ver hacia dónde se desvía la conversación.
  3. Reúnase con cada uno de los directores independientes en privado e individualmente para preguntarles por sus dos o tres principales preocupaciones para la empresa. Presente los resultados.

Las buenas personas que forman parte de los consejos de administración de las buenas empresas suelen seducirse para evitar los conflictos y mantener debates menos arriesgados. Pida al consejo que lidere las cuestiones clave de gobernanza:

  • ¿Cuáles son, en su opinión, los potenciales y los límites de nuestra estrategia?
  • ¿Cuál es la mejor manera de evaluar y proporcionar información al director general?
  • ¿Por qué los propietarios quieren serlo? ¿Cuáles son sus objetivos?
  • ¿Cómo están preparados los propietarios para la continuidad y la propiedad familiar responsable?
  • ¿Cuáles son los objetivos del consejo?

Los consejos de administración pueden ser recursos muy valiosos para las empresas familiares. Para extraer su potencial, es necesario que todos se adentren en las incómodas cuestiones de la gobernanza.