Los propietarios que forman parte del consejo representan dos grupos distintos: los propietarios que son empleados de la empresa familiar y los que no lo son.

En primer lugar, hay que aclarar el papel y las responsabilidades de los directores. Los propietarios deben sentarse en la sala de juntas para servir en nombre de todo el grupo de propietarios y no para representar sus intereses personales. Como directores, tienen la responsabilidad fiduciaria de garantizar la buena gestión de la empresa. Para cumplir con esta responsabilidad, deben tener un sólido conocimiento de la dinámica de su sector, de la estrategia de su empresa y de los motores de los resultados financieros. Además de estas habilidades empresariales, deben ser respetados por la familia y tener una gran capacidad de comunicación. Por último, deben comprender y respetar claramente las diferentes funciones de los propietarios, la dirección y el consejo de administración.

Para desarrollar un grupo cualificado de directores propietarios, las familias deben invertir en la educación de los propietarios. Las reuniones familiares son un lugar ideal para celebrar sesiones sobre el papel y las responsabilidades del consejo y de los propietarios, así como sobre la dinámica empresarial y del sector. Involucrar a todos los propietarios de una edad razonable en estas sesiones amplía el grupo de candidatos a director y garantiza que los miembros de la familia que estén interesados, pero que no tengan experiencia empresarial, puedan ser elegidos para formar parte del consejo.

En una situación en la que el grupo de propietarios es lo suficientemente grande como para que no todos los propietarios formen parte de la junta, el grupo de propietarios debe establecer un proceso para determinar qué propietarios formarán parte de la junta. Recomendamos que se establezcan los requisitos para formar parte del consejo y que se cree un proceso de aceptación de candidaturas. Nuestra investigación muestra que el proceso de selección de directores varía mucho. En algunos casos, los miembros de la familia de la última generación seleccionan a los directores, a veces para sustituirse a sí mismos en el consejo cuando se jubilan. En otros, las ramas familiares seleccionan a los representantes. En otros, se aceptan candidaturas y se celebra una elección en la que los que reciben el mayor número de votos obtienen un puesto en el consejo.

No hay una respuesta correcta para el proceso de selección. La clave del éxito es que el grupo de propietarios considere las opciones y consiga un consenso en torno al modelo a utilizar. Una comunicación clara del proceso es importante para establecer las expectativas de los futuros miembros de la junta directiva familiar. La planificación para el futuro también es esencial. A medida que el grupo de propietarios y la empresa evolucionan, puede ser necesario cambiar el modelo. Por ejemplo, en muchas empresas de primera generación, todos los propietarios (y a veces incluso los cónyuges) pueden formar parte del consejo. Este modelo puede resultar poco práctico cuando el grupo de propietarios crece. Anticiparse al futuro y establecer un modelo que funcione antes de necesitarlo puede reducir la tensión familiar y garantizar un consejo de administración fuerte.

Servir como director en el consejo de una empresa familiar es un privilegio y una responsabilidad. La familia y la empresa están mejor servidas cuando todos los directores, familiares e independientes, están adecuadamente preparados y comprometidos a realizar el valioso trabajo del consejo. Seguir algunos de los pasos que hemos detallado aquí le ayudará a garantizar que sus directores familiares puedan contribuir plenamente al consejo de administración de la empresa familiar.