Hay una serie de problemas emocionales importantes, propios de los hermanos, que afectan profundamente a su trabajo en equipo. Comprender esos problemas y darse cuenta de que cada pareja de hermanos se ve afectada por todos o la mayoría de ellos ayudará a los miembros de la familia a ser más objetivos, más informados e incluso más compasivos a la hora de tratarlos. Una mayor concienciación ayuda a empoderar al equipo de hermanos. Exploremos los problemas:
El comportamiento controlador de los padres empresarios. Muchos empresarios son muy controladores. La combinación de la tendencia al control de un empresario con los sentimientos normales de los padres puede dar lugar a padres que quieren gobernar las actitudes, los valores, las opiniones, la vestimenta -en resumen, el comportamiento- de sus hijos, no sólo mientras son niños, sino durante toda la vida. La propia empresa puede alimentar la necesidad de control. Por ejemplo, una familia propietaria de una empresa puede ser muy visible en la comunidad, lo que hace que los padres se preocupen por el modo en que las cosas que hacen sus hijos pueden reflejarse en la empresa.
El efecto del comportamiento de los padres en el desarrollo de las habilidades de los hijos para el éxito. Aunque normalmente no es su intención, los padres pueden adoptar un comportamiento que impida el desarrollo de los hermanos como equipo. Por ejemplo, en lugar de ofrecer oportunidades para aprender las habilidades de la toma de decisiones compartida, los padres pueden tomar todas las decisiones ellos mismos. En lugar de ayudar a la siguiente generación a aprender a resolver conflictos, pueden suprimirlos. En lugar de fomentar el desarrollo de habilidades de comunicación en esta próxima generación, crean un sistema en el que cada padre se comunica individualmente con cada hijo. En lugar de permitir que se aprenda de los fracasos, intentan proteger a sus hijos de los errores. Esto crea presiones masivas sobre los miembros de la próxima generación para que no fracasen.
Rivalidad entre hermanos. Como adultos que intentan trabajar como una unidad en la empresa, los miembros de la siguiente generación tienen que verse de nuevas maneras, incluso aprender a conocerse de nuevo. Como individuos, cada hermano puede tener que esforzarse conscientemente por depender menos de la aprobación de los padres para minimizar la rivalidad que sienten hacia sus hermanos. Esta situación puede remediarse haciendo que el respeto de los hermanos sea más importante que la aprobación de los padres.
Adoptar al bebé de tus padres. (¡Qué difícil es para ellos renunciar a él!) Se suele decir que una empresa es el otro hijo de los padres. La crearon, igual que crearon a sus hijos humanos, y sus sentimientos por ella son profundos, igual que sus sentimientos por sus hijos reales.
La diferencia de edad de los hermanos. Los de mayor edad suelen ser los primeros en entrar en el negocio y tener un comienzo de carrera. Un individuo con un comienzo de carrera obtiene enormes ventajas en una situación en la que la familia está tratando de desarrollar un equipo igualitario. Y, como quieren a sus hijos por igual, los padres pueden defender y apoyar al desvalido, el hermano menor, que aún no ha tenido una oportunidad o que no ha tenido tanto tiempo en el negocio. Si la diferencia de edad es, por ejemplo, de ocho años, en un extremo del espectro tenemos a una persona de 34 años que se siente preparada para empezar a dirigir el negocio y en el otro extremo, a una de 26 años que acaba de empezar. Al mismo tiempo, la familia ya está en una fase en la que hay que tomar decisiones sobre la sucesión del liderazgo, quién se queda con las acciones con derecho a voto y otras cuestiones importantes. Es importante analizar cómo afecta la diferencia de edades al equipo y encontrar formas de compensar las distintas perspectivas, niveles de madurez y grado de experiencia o conocimientos.
Tendencia de la madre a querer salvar a la familia. A menudo, el deseo de la madre de preservar la familia es tan fuerte que puede implicarse hasta el punto de moderar o manipular cualquier noticia que capte sobre desacuerdos o disputas en la empresa. Los hermanos deben ser conscientes de que se trata de un patrón común y abordarlo con sensibilidad.
El efecto "in-law". En la segunda generación, por primera vez se introducen personas ajenas a la familia, en forma de cónyuges, y, por extensión, en la empresa familiar. Si no se tiene cuidado, pueden surgir todo tipo de emociones negativas: miedo, desconfianza, recelo, envidia. Pero, con el compromiso de los hermanos y los padres, el efecto de la familia política es manejable.
El reto de la diversidad dentro del grupo de hermanos. Aunque los hermanos tengan los mismos padres y se hayan criado en la misma casa, es probable que cada uno sea muy diferente, con puntos de vista y capacidades distintas. Sally puede ser visual; Sam, verbal. Esther puede ser extrovertida; Herb, analítica. Las diferencias deben valorarse porque fortalecen al equipo y pueden producir mejores decisiones. Pero, como las diferencias también pueden crear fricciones, pueden ser una debilidad. Los hermanos deben reconocer que escuchan, piensan, deciden y se comunican de forma diferente. También tienen que desarrollar habilidades para lidiar con sus diferencias: habilidades de comunicación, de escucha, de empatía y de apreciación de las diferencias. A veces puede ser útil recordar el lema de los Estados Unidos: e pluribus unum: de muchos, uno.
Reproducido con permiso de los autores de Making Sibling Teams Work: The Next Generation. ©1997, Family Enterprise Publishers.