Pregunta: La llegada del nuevo año hace que sea un momento natural para evaluar la eficacia del consejo y planificar el futuro. ¿Cómo ve usted que los consejos integran este tipo de reflexión en su proceso? ¿Cuáles son las iniciativas y los cambios más comunes que ve en los consejos de administración para el futuro?

Respuesta: Una de las responsabilidades del consejo de administración es garantizar la existencia de un plan creíble para orientar el futuro de la empresa. Revisar el proceso de planificación y el contenido del plan, así como exigir a la dirección que se responsabilice de los objetivos y los plazos establecidos, es una de las competencias del consejo. 

Los beneficios del proceso de planificación -objetivos claros, responsabilidades definidas, alineación de los recursos, priorización de los esfuerzos y garantía de que se centran en las cuestiones críticas- se aplican tanto al consejo como a la dirección.

Entonces, ¿por qué no hacer de 2016 el año en que la junta directiva practique lo que predica? Los consejos de administración que funcionan bien llevan a cabo un proceso de planificación para sí mismos, identificando los problemas a largo plazo, creando objetivos anuales, asignando responsabilidades, desarrollando plazos y haciendo un seguimiento de los progresos. Normalmente, este proceso sigue la cadencia del año fiscal. Lo ideal es que el comité de gobernanza (o el presidente del consejo si no hay comité de gobernanza o de nombramientos) realice una evaluación en el último trimestre del año, informe de los resultados en la reunión de fin de año y proponga objetivos para el año siguiente. Los objetivos pueden asignarse a los comités, al consejo en su conjunto o a la dirección, dependiendo de la naturaleza del objetivo. Los responsables de los objetivos deben presentar sus planes específicos para alcanzarlos en la siguiente reunión del consejo, idealmente al final del primer trimestre. 

Las evaluaciones de la Junta Directiva impulsan el proceso de planificación porque son el mecanismo para identificar las oportunidades de mejora. Sin embargo, rellenar la misma evaluación en papel cada año sólo puede llevarle hasta cierto punto. Si considera que su proceso de evaluación está un poco anquilosado, considere la posibilidad de adoptar otros enfoques:

  • Realice una evaluación de 360 grados del consejo de administración desde la perspectiva de la alta dirección y de los propietarios. Averigua en qué aspectos podrían necesitar más apoyo del consejo.
  • Compare su consejo de administración con los consejos de administración que mejor funcionan. (Un buen recurso es el artículo de McKinsey Quarterly: Consejos de administración de alto rendimiento: ¿Qué hay en su agenda?)
  • Vuelva a lo básico. Revise las funciones de alto nivel del consejo de administración (planificación de la sucesión, revisión de la remuneración y el rendimiento, supervisión de la estrategia y gestión de riesgos) y piense dónde puede mejorar el valor que aporta.
  • Lleve a cabo una sesión de visión para identificar cómo tendrá que adaptarse su consejo de administración dentro de 10 años en función de cómo puedan cambiar la estructura de propiedad, el negocio y la estrategia del sector. Identifique los objetivos que permitirán a la junta directiva hacer la transición a la junta del futuro. 

Por último, considere la posibilidad de mejorar el proceso y la composición del consejo de administración, así como el contenido de sus reuniones. Examine las áreas específicas en las que el consejo podría ser más eficaz en sus procesos, como la planificación y ejecución de las reuniones, la comunicación, la toma de decisiones o la resolución de conflictos. La planificación de la sucesión es uno de los procesos más importantes. Prevea cómo evolucionará la composición del consejo de administración en combinación con la empresa en los próximos años y asegúrese de que está tomando medidas para garantizar que tendrá el consejo que necesita en el futuro.