La empresa familiar que emplea a la Sra. Norton recibió una amplia cobertura en relación con una disputa entre accionistas.

Las disputas familiares son fascinantes para el público estadounidense, sobre todo cuando la familia que las protagoniza es propietaria de un negocio importante. Las disputas familiares por los negocios han sido el argumento de muchos best sellers, por lo que no es de extrañar que cuando los periodistas se enteran de la división en una familia vengan a buscar la historia.

Sin embargo, los propietarios de empresas familiares a menudo se ven sorprendidos cuando reciben la inevitable llamada telefónica de un periodista local. Al no estar preparados, pueden decir cosas de las que luego se arrepienten. Por eso es fundamental que las familias dispongan de un plan de comunicación de crisis antes de que sea necesario.

En primer lugar, los propietarios deben darse cuenta de que no tienen que hablar con un periodista. Los periodistas se ganan la vida consiguiendo información. Pueden ser amables y encantadores y son profesionales en hacer creer a la gente que deben responder a las preguntas y devolver las llamadas. Eso no es cierto, por muy encantador o inflexible que sea el periodista.

En segundo lugar, los propietarios deben dejar que los expertos en comunicación se encarguen de los medios de comunicación. Si la empresa es lo suficientemente grande como para tener un departamento de comunicación corporativo, las preguntas deben remitirse allí. Estos profesionales de la comunicación pueden hacer un seguimiento y actuar como enlace entre el propietario y el periodista. Los expertos en comunicación de crisis también están disponibles para ayudar a los propietarios a gestionar la prensa en situaciones de crisis.

Si los propietarios mantienen conversaciones con los periodistas y se les hacen preguntas incómodas, las respuestas aceptables pueden ser:

  • Prefiero no hablar de eso en este momento.
  • Eso es un asunto familiar personal y privado.
  • Esa información es confidencial.
  • No tengo ningún comentario.
  • No hago comentarios sobre rumores o especulaciones.

Intente averiguar cuándo está previsto que aparezca la noticia para evitar que el artículo le sorprenda. A veces, la historia se publica al día siguiente, pero otras veces, la historia puede no publicarse durante días o incluso semanas. Nadie quiere verse sorprendido por amigos o vecinos que puedan haber leído o visto un artículo sobre su negocio antes que usted.

También hay que preguntar al periodista con quién más se ha puesto en contacto. Los buenos periodistas buscan una información equilibrada, presentando los dos lados de la historia.

En resumen:

  1. Si prefiere no hablar con el periodista, no tiene por qué hacerlo. Puedes remitir al periodista al departamento de comunicación de tu empresa o a un consultor de relaciones públicas.
  2. Si decides hablar con el periodista, ten en cuenta que todo lo que digas puede ser citado. Los reporteros suelen atenerse a un intrincado conjunto de normas sobre lo que es extraoficial o de fondo. Pocos empresarios conocen estas normas, así que si no quieres que algo aparezca en la prensa, no lo digas. Todo lo que se diga en una entrevista o una conversación informal debe considerarse "oficial", independientemente de lo que diga el periodista.
  3. Avise a Relaciones con los Accionistas y a Comunicaciones Corporativas si ha hablado con un periodista. A menudo es necesario hacer un seguimiento de una historia, posiblemente para resolver cualquier problema que el propietario haya creado. Tratar con la prensa no suele ser un trabajo para aficionados.