Si cree que despedir a un empleado de larga duración es difícil, pruebe a despedir a uno que es miembro de la familia. Aunque la tarea sea desalentadora, a veces es necesaria. Cualquier despido importante amenaza con perturbar una empresa, creando miedo, ansiedad y cambiando las alianzas entre los empleados. Pero las ondas desconcertantes y perturbadoras del despido de un miembro de la familia pueden extenderse también a toda la familia. Manejar este difícil asunto de la manera correcta puede limitar el daño emocional a la familia y a la empresa y, con una buena comunicación y algunos consejos de procedimiento, también puede acabar fortaleciéndolas.

La prevención es siempre la mejor estrategia. Dado que la mayoría de las terminaciones tienen raíces largas, es aconsejable saber lo antes posible si un miembro de la familia se está convirtiendo en una planta sana o en una maleza problemática. El cultivo de los posibles miembros de la familia debe comenzar antes de que entren en la empresa. Evite prometer cualquier puesto futuro. Refuerce constantemente el valor de que el rendimiento, y no el estatus familiar, determina siempre la posición de una persona en la empresa. Nadie es dueño de ningún puesto en la empresa, ni siquiera después de estar en él. Si el despido se hace necesario, la prueba será más fácil para todos si estos valores se han establecido firmemente.

Las revisiones regulares y honestas del rendimiento son esenciales. Aunque la gente no está de acuerdo con su uso automático, las revisiones de 360 grados -revisiones que solicitan la opinión tanto de los subordinados como de los superiores- son una herramienta excelente para los miembros de la empresa familiar. Las revisiones de 360 grados no sólo ayudan a garantizar la objetividad que resulta tan difícil en la revisión de los miembros de la familia, sino que, si finalmente es necesario el despido, proporcionan un importante respaldo que puede ayudar a desactivar las reacciones emocionales.

Por desgracia, incluso las estrategias de prevención más concienzudas pueden no ofrecer una protección infalible contra el día en que un miembro de la familia tenga que ser despedido. Si llega ese momento de ajuste de cuentas, hay varias formas de ayudar a todos a superarlo.

Mantenga clara la separación entre empresa y familia. Es difícil profesar los valores familiares de amor, lealtad y todo para uno y uno para todos mientras se entrega un aviso de despido. Es comprensible que la persona que recibe la notificación tenga dificultades para escuchar y creer que esos valores familiares todavía le incluyen, pero esos valores deben quedar claramente expuestos. Aunque por el bien final de todos los miembros de la familia, incluida la persona despedida, la empresa debe ser lo primero; despedir a un miembro de la familia de la empresa no significa despedirlo de la familia. Un directivo sin éxito sigue siendo un padre, una hermana, un hermano, un tío o una hija con éxito. Un ajuste incómodo para la empresa no tiene por qué significar un ajuste incómodo para la familia. Si se acerca un asunto familiar, coméntelo y diga que usted y todos los demás esperan que la persona participe. Pregunte si hay algo que usted o los demás puedan hacer para que se sienta más cómodo. Si se niega a hablar de ello, programe una hora para volver a comprobarlo y mantenga ese compromiso.

Ofrezca una salida honorable. Considera la posibilidad de ofrecer a la persona una dimisión que le salve la cara. No curará un ego herido, pero puede ayudar. Evita salvar el ego de la persona colocándola en otro puesto, a menos que creas realmente que ese movimiento es para el beneficio de la empresa. Recuerde que ofrecer una salida honorable no debe impedir una discusión abierta y franca sobre los problemas familiares y el rendimiento.

Utilice su consejo de administración de forma inteligente. Utilice la junta para el aislamiento, el asesoramiento y el apoyo, no como arma, excusa, sustituto o apoderado. Aunque suele ser mejor para la familia que la recomendación de despido provenga del consejo de administración, debes evitar escudarte en ello. Deja claro que, aunque la junta haya recomendado el cese, tú has tomado la decisión final. Recuerda que quieres mejorar la comunicación y la relación familiar. Esto requiere honestidad.

Tenga presente a una tercera persona imparcial durante el despido. A veces, un consultor puede promover una comunicación eficaz y clara que ayude a sortear la ira, la vergüenza, la negación y la tristeza que se arremolinan en la sala. En un ambiente cargado de emociones, se necesita algo más que una buena intención para asegurarse de que las cosas importantes se dicen, se escuchan y se recuerdan. Las investigaciones demuestran que las emociones fuertes distorsionan considerablemente los recuerdos y la memoria. Una tercera persona puede ayudar a controlar las emociones y actuar como testigo imparcial en caso de que surjan disputas sobre lo que se dijo.

Esté atento a los incendios familiares. Toda familia tiene alianzas y tensiones, a menudo sutiles o encubiertas entre sus miembros. Es muy aconsejable saber cómo afectan a la familia y es esencial saber cómo pueden afectar a la empresa. Es imposible que los miembros de la familia perciban todas las ramificaciones emocionales y estratégicas de un cese. Un consultor externo puede ayudar a anticipar y manejar estas alianzas y tensiones. Un mapa familiar o genograma es especialmente útil para planificar la entrevista de cese. Si se traza un mapa de cada miembro de la familia, incluidos los hijos y los parientes políticos, desde al menos una generación atrás, y se identifican las alianzas, las tensiones, las similitudes, las diferencias y los patrones emocionales entre los miembros de la familia, se obtiene una imagen sorprendentemente clara de cómo es probable que responda cada persona. El genograma proporcionará ideas sobre cómo evitar y manejar los problemas y reforzar los egos con antelación.

El despido de un miembro de la familia puede parecer la última paradoja en una empresa familiar, pero si se maneja con claridad, honestidad y con consideración y compasión, es posible que tanto la familia como la empresa salgan fortalecidos de la prueba.